miércoles, 31 de octubre de 2007

NUESTRA CASA DE PRADO

Construida por mi bisabuelo Don Paulino Londoño y heredada por mi madre, esta ubicada en Miranda, limitado con las carreras Ecuador y Sucre. Fue la cuna de casi todos lo hermanos desde Beatriz hasta Alicia la menor. Sus alcobas son gigantescas (Aun esta en pie) en áreas y en altura .El segundo piso tiene cuatro alcobas, un baño y dos balcones sobre la calle Miranda. Pasamos al primer piso donde habían dos salones, el comedor, una alcoba y la alcoba de nana. Ya en el sótano había un garaje muy grande en el cual como ya había dicho cabían cuatro carros muy grandes. En resumidas cuentas teníamos un paraíso como de seiscientos metros cuadrados rodeados de escondidijos, trampas y lugares para divertirse. En esa época no había pc ni juegos virtuales, estaban solo la imaginación y la habilidad para inventar juegos. Entre tantos me acuerdo del columpio que era una gran soga que colgaba del segundo piso y caía al primero de la cual nos colgábamos para hacer toda suerte de malabares y monerías . También hacia el papel de cadalso en el cual fue ahorcada y degollada mas de una muñeca de nuestras hermanas. Se daba misa cantada y en latín y teníamos nuestro propio pulpito desde el cual pronunciábamos sermones en vasos plásticos que hacían las veces de micrófonos. Mis hermanas tenían un hospital en el cual hacían todo tipo de operaciones y tratamientos bajo la supervisión del Dr Kilder, cirujano muy conocido de aquella época. Los corredores y patios se llenaban de agua para convertirse en festivales de hielo en los cuales salíamos todos en vestido de baño y nos lanzábamos sobre el agua patinando para ir a caer quien sabe a que parte. Contábamos también con una piscina olímpica o baño de inmersión en la cual hacíamos simulacros del día D y del desembarco a Normandia, usando unas viejas caretas y unas anticuadas aletas de mi padre. Estaba también, el temible salto mortal que consistía en lanzarse de la ultima escala del medio, las cuales daban al segundo piso, juego en que salió lesionada mas de una hermana . Al que no fuera capas de tirarse le poníamos el apelativo de nena. Por ultimo, teníamos también una granja de investigación ,fabricada con Extralandia, donde eran sometidos a todo tipo de investigaciones ratones, cucarrones y hasta sapos. Nuestra diversión desbordaba todo tipo de barreras imaginarías y con muy pocos recursos hicimos de nuestra infancia en aquella casa de prado una fantasía única e irrepetible. Hago un pequeño tributo a las personas encargadas de limpiar, arreglar y cambiar los sets de aquella época, pues sin ellas no hubiéramos podido montar semejantes coreografías.(Nana, Aleida y Flor).

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