martes, 22 de septiembre de 2009

JUAN SIN TIERRA, JUAN SIN NADA

Juan Sin Tierra, Juan sin Nada, etc.Yo soy Juan Sin Tierra, Juan sin Nada, Juan NN. El mundo está y estuvo lleno de gentes como yo, que no tenemos tierra, ni habitación, ni cuentas en el banco, ni tarjetas de crédito, ni propiedades, ni hacemos declaración de renta. Quizás somos más del 80% de la población del globo terrestre. Hacemos una comida al día. Todos hablan de nosotros, cuentan con nosotros para la mano de obra esclava o barata, para la Política, para la Religión, para las Grandes Causas. Los Salvadores y los Guerrilleros NO existirían sin nosotros.Sin gentes como yo, como todos los Juanes del mundo, no existirían Gandi, ni la madre Teresa, ni las Religiones, ni los Partidos Políticos, ni sus Jefes, ni Marx, ni Lenin, ni Mao, ni las ONG, ni las asociaciones de Derechos Humanos, ni Amnesty Intl, ni las monjitas, ni los curas, ni los revolucionarios, ni los guerrilleros, etc. ¡Qué bueno sería el mundo sin todos esos logreros, aprovechadores, ventajosos, que se montan sobre nuestras espaldas y cuyo peso nos mantiene doblegados!Lo malo de todo esto es que yo, Juan Sin Tierra, no los necesito, a ninguno de ellos, realmente. Mi causa, mi bienestar, mi modus vivendi y operandi… Se beneficiarían, quizás, grandemente, si toda esa gente NO se estuviera preocupando (como dicen falazmente) de mi bienestar, de mi comodidad, de mi suerte.Dicen que el 86% del Producto Bruto está en manos del 20% de la población, que hay 76% de gente letrada en los países del mundo, que se transan diariamente 1.5 billones de monedas duras entre la gente que las tiene, que una llamada telefónica de NY a Londres costaba US $0,35 en el 98, cuando en 1930 su costo era de US $245.Nada de esto me importa a mí, a nosotros, los Juanes del mundo, de los cuales la mitad NO hemos hecho una llamada en la vida, NO tenemos teléfono. NO nos importa, ni los necesitamos. NO sabemos leer, ni nos interesa. NO nos importa que cada vez haya menos periódicos (nos sirven a veces para cobijarnos y defendernos del frío). No estamos interesados en revistas lujosas y llenas de fotografías lujuriosas a todo color, con chicas semidesnudas, cuyos atributos se resaltan con operaciones y con luces y ángulos que las hacen más protuberantes y sobresalientes.Somos la mayoría en el globo terrestre y no nos importa que el hombre haya ido (¿Si iría realmente?) a la luna, ni que haya satélites artificiales. No tenemos TV, ni carros, ni garajes, ni mansiones que cuidar, que proteger, que defender. En este sentido vivimos más tranquilos y podemos dormir con los dos ojos. El rico apenas puede dormir, a ratos, con un ojo. No estamos acá para mejorar la raza, ni para hacer progresos, ni grandes obras. No nos importan, ni nos benefician, ni nos sirven, como se ha demostrado a través de la historia. Nuestros nombres, nuestra causa, nuestro bienestar… Han sido la disculpa de tantas guerras, miseria, desbarajuste que mejor sería que nos dejaran morir, desaparecer tranquilamente.

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