LA MEDELLIN TRAQUETA

CUANDO SERA QUE ME VAN A OIR?
Muy de mañana, la ciudad que se desgaja de la montaña parece revestirse de una pujanza y un carácter que producen verdadero optimismo. Es un pueblo que no sabe decir que no y que se le mide a todo.

Medellín se ha beneficiado de manera excepcional, por 8 años consecutivos, de algunos de los mejores recursos de la Nación. Juiciosamente, el gobierno local, de corte tecnocrático, ha buscado la fórmula correcta: monumentales inversiones en educación, promoción de la cultura ciudadana y desarrollo local; exitosas estrategias para la reducción de la pobreza y la indigencia; fortalecimiento del sector salud y un compromiso serio con la erradicación de la corrupción. Como en ninguna otra región, el empresariado respalda y vigila las iniciativas, no solo como donante, sino como socio estratégico, y ha entablado un diálogo permanente, que le permite involucrarse de manera directa en el progreso de la ciudad.

SERÁ POR ESO POR LO QUE NO SE SABE EXACTAMENTE, O NO SE QUIERE, ADMITIR QUE ALGO ESTÁ TERRIBLEMENTE MAL. El fenómeno sicarial y el reclutamiento de niños y adolescentes vuelven a repuntar con fuerza en todo el país y a producirse de forma sistemática, aunque ya no atados a las viejas estructuras de los carteles y patronazgos.
La guerra contra las drogas, con éxitos innegables tal vez a un precio demasiado alto, obligó a la pulverización del narcotráfico en pequeños negocios. Eso convierte a esta generación de jóvenes en la mano de obra básica de un comercio local afiliado a las grandes estructuras multinacionales del crimen organizado. Un muy buen ejemplo de ello lo constituye la silenciosa aparición de 'la santa', que es el apelativo con el que se conoce a la 'Ndrangheta italiana, la mafia que concentra el monopolio de la comercialización de la cocaína en Europa y cuenta con fuerza propia operando en Colombia.

La 'Ndrangheta ha conseguido filtrarse en toda suerte de causas y lograr el control efectivo de dineros públicos, partidos políticos y parte de la administración pública europea. No solo controla la comercialización de la cocaína en Europa, sino también la trata de personas con fines de esclavitud (mercado sexual y de mano de obra ilegal). A la vuelta de 10 años, veremos que la mayor amenaza de la hoy celebrada integración europea será el crimen organizado y que la 'mafia política' se tomará los estrados judiciales.

Pero, a pesar de esta relación simbiótica, Europa ha renunciado a Colombia bajo la ilusión de que el narcotráfico es un problema colombiano que es mejor ignorar y no una amenaza para la seguridad y la estabilidad internacional.

El ambiente en Medellín también sugiere que no está pasando nada y que el conflicto está superado. Eso hasta las 6 de la tarde, cuando suben apresurados los habitantes de las zonas más deprimidas, obedientes al toque de queda de las bandas que gobiernan las comunas e imponen la ley.

Han muerto muchos jóvenes este año, una importante porción de ellos como víctimas no intencionadas del fuego que cruza a diario la zona, pero las alarmas aún no se encienden. Todos los muertos son pobres y su condición los convierte en una cifra indiferente.

Mientras el metrocable trepa la cuesta a velocidad, dos niñas hablan de telenovelas y hacen sumas con sus propias vidas: vale más vivir como la respetada reina de un mafioso por solo dos años que arrastrar la misma pobreza toda la vida. Como ellas, Medellín es una ciudad moderna y hermosa, que da signos de estarse pudriendo por dentro.

desurasur@gmail.com Natalia Springer