jueves, 10 de septiembre de 2009
EL COLOMBIANO Y CALIXTO
Campesino de la zona hallaron en la tarde de este miércoles el cuerpo sin vida del sacerdote Gustavo Vélez, más conocido como Calixto.
Desde el domingo en la tarde, en medio de su rutina de caminante, se extravió en la reserva forestal Bosques de San Sebastián, una zona de 300 hectáreas cubierta durante estos días por más de 500 socorristas que no frenaron un solo minuto su búsqueda.
El prelado escribió durante más de 30 años la columna Tejas arriba en el periódico El Colombiano y de su labor evangelizadora dan testimonio muchos fieles.
Estamos seguros de que tú eres uno de esos que guarda para su vida las enseñanzas del padre.
Palabras para el amigo
"Triste final el de este sacerdote que, aunque nunca lo conocí, siempre lo sentí como mi amigo. Paz en su tumba".
Jaime Cadavid Amaya
“El sacerdote Gustavo Vélez fue muy querido en el parque de Envigado porque en muchas ocasiones, desde este lugar iniciaba sus marchas hacia la gran montaña: el Alto de San Rafael. La muerte de nuestro querido hombre de Dios simplemente fue un llamado especial que él vivió desde aquel lugar”.
Nicolás Arango Muñoz
"El padre Gustavo Vélez fue mi formador en el Seminario Mayor de Medellín, en 1986.
Ahora como sacerdote en Estados Unidos, lo recuerdo como un hombre sencillo, sereno, de oración aterrizada y en verdad, sencillo en explicar la riqueza del Evangelio.
Por ser sencillo en las explicaciones de la Palabra de Dios, hacía que yo tomara más interés en mi vocación sacerdotal.
El padre Gustavo era amable e inspiraba confianza. Tuve la dicha de volver a verlo después de muchos años acá en Atlanta, en una reunión con otros sacerdotes latinos.
Por eso, con pesar por su deceso, envío mis condolencias a su familia.
No obstante, sé que Dios lo tiene allá en su gloria, pues fue un hombre bueno que dejó huella en todo aquel que lo conoció.
Mi intención en la misa, hoy jueves vocacional, será por el padre Gustavo Vélez.
Desde Estados Unidos, un fraternal saludo".
Fray Rafael Castaño
"A principios del mes de julio acompañé a mi tío abuelo, Daniel Toro, compañero de seminario y amigo del padre Gustavo, a visitarlo al santuario de la Madre Laura.
Qué par de amigos, los acompañantes nos quedamos visitando el templo mientras ellos dos, en medio de risas y charlas, revisaban unas partituras.
Daniel, mi tío abuelo, está demasiado triste por lo sucedido, pues su mejor amigo, el que siempre vivía pendiente de él, se le ha ido.
Daniel siempre me ha contado que Gustavo lo llamaba con mucha frecuencia y se reunían para los ensayos, para tocar el piano juntos.
Tenemos un dolor muy grande por esta pérdida, pero a la vez tenemos la tranquilidad y damos gracias a Dios porque apareció y no quedamos en la zozobra de saber qué había sucedido".
Ana Virginia Toro R.
"Soy un sacerdote de Jericó y trabajo en la misión en el África. Un día leí la página del padre Gustavo en El Colombiano y, con sus letras, se me entró el deseo de la misión, de ir lejos y llevar la Buena Nueva de Jesús.
Le escribí al padre Calixto preguntándole qué hacer, y a los ochos días, lo que nunca imaginé, estaba ya visitándome y diciéndome que la misión y el África eran posibles.
Desde ese día tengo la alegría de la misión. Hace sólo unos días le escribí diciéndole que gracias a él puedo estar en Kenya, entre los samburu, la más feliz de las noticias".
Jairo Alberto Franco
"Nuestro Dios ya no quiso que el padre Gustavo lo siguiera comtemplado Tejas arriba y para fortuna del padre e infortunio de nosotros, Él decidió que nos contemplara desde el tejado del cielo, es decir que nos mirara tejas abajo".
Jaír Solarte Padilla
"Junto al padre Daniel Toro, amigo desde la infancia del padre Calixto y otros jóvenes como yo, nos reuníamos uno o dos días a la semana con el padre Gustavo, para compartir el gusto por la música. Él dentro del grupo tocaba el violin y los demás, otros instrumentos como piano, viola, saxo y clarinete.
Estas reuniones las hacíamos para tocar las obras musicales fruto del trabajo del padre Calixto(que aportaba la letra para las canciones, como buen literato que era) y del padre Daniel(quien componía la parte musical). Tavo, qué falta tan inmensa nos vas a hacer y qué gran persona la que Dios llamó a su lado".
Juan Pablo Restrepo Herón
"Del padre Gustavo Vélez recuerdo que siempre fue joven y físicamente no revelaba su verdadera edad. Esto me confirma cómo en él hubo perfecta armonía en su vida de fe como sacerdote y en su relación con la cotidianidad.
Su testimonio me anima a continuar creciendo en la fe y a seguir familiarizándome más con el Señor".
Hernán Alonso Marín
“Soy sacerdote de San Pedro, de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, y al igual que muchos pude compartir con el padre Calixto en varios momentos de nuestra vida sacerdotal.
Nos dirigió varios retiros, especialmente recuerdo mucho uno en el Seminario, con sus pequeñas anécdotas llenas de sentido, que hacían crecer el gusto por el Evangelio, por la misión y nuestra labor sacerdotal.
La última vez compartí unas palabras con él en el santuario de la madre Laura, en Belén, donde prestaba su servicio como capellán.
Sin lugar a dudas, el cielo ganó un santo, pero en la Tierra queda el vacío de un apóstol incansable de Dios. Paz en su tumba".
Pbro. Diego León Arroyave Zapata
"El corazón de muchos colombianos está de duelo por la partida del padre Calixto y en el cielo hay fiesta por su llegada. Sus enseñazas, consejos y sabiduría quedarán eternamente en nuestros corazones. Fuiste más que un sacerdote, tu misión fue ser un verdadero profeta en la Tierra. Desde Tejas arriba serás nuestro ángel guardián y protector aquí en la Tierra".
María Helena Suárez
"No había sino que mirarlo a los ojos para ver la claridad de su alma y estando en su presencia se sentía la paz que sólo se siente al lado de las personas que viven así.
Oírlo hablar era un gusto y simpre se estaba atento a grandes enseñanzas y creo que Dios lo llamó en su justo tiempo.
Un gran legado, lo extrañaremos los domingos enormemente en su columna".
Luis Guillermo Angulo C.
"Hablar del padre Gustavo Vélez es hablar de Beatriz Restrepo, de Ana Mercedes Gómez, de Calixto, de Tejas arriba, de ese gran equipo que formaron los tres hace treinta y un años, con el afán desinteresado de hacer llegar semanalmente a los lectores de El Colombiano su columna.
No tenemos con quién reemplazarlo pues sería en vano encontrar una persona que reúna tantos dones como Gustavo Vélez. Él no daba ni decía misa, se entregaba a su gente en una amena charla espiritual en la que, sin querer queriendo, nos iba metiendo a Dios por todos los lados.
He asistido a varias ceremonias y estoy seguro de que nunca nadie nos podrá hacer llegar un mensaje espiritual como él lo hacía. Para él no existe la muerte y la enfermedad, pues sólo son estados del cuerpo, no cambios negativos como la mayoría lo creemos.
El humor mordaz y el positivismo siempre estuvieron presentes en él, una sonrisa o buen comentario como respuesta a nuestras preguntas.
Consejero infatigable, amigo y compañero y franco y sincero como él solo. El domingo 6 de septiembre le dio por subir montaña arriba con otro compañero.
Sarcásticamente, Calixto se nos fue un domingo montaña arriba a dialogar con Dios.
Siempre estuvo y seguirá estando con los que tuvimos el privilegio de haberlo conocido".
Juan Diego Echavarría Restrepo
"El fallecimiento del padre Calixto genera para nosotros los católicos una gran pérdida, ya que este hombre tan maravilloso era un verdadero representante de Cristo en la Tierra, nos llenaba de paz y alegría con sus homilías y predicaciones acerca de la palabra de Dios.
Que el Señor lo tenga en su seno y que el padre desde el cielo nos siga bendiciendo con su dulce mirada".
Astrid Elena Valderrama L.
“Creo que ya es tarde, pero el lugar tenía que ser bombardeado con unos treinta maletines que contuvieran una o dos cobijas, una chaqueta, comida y un celular con tres baterías. Ya el padre está con Dios, bendito sea”.
Luis Gómez Carder
"El padre Calixto tenía la habilidad de la oratoria, su discurso ameno y humanizante muchas veces nos hizo aterrizar el Evangelio, que a veces vemos tan distante de nuestras vidas".
Liliana
"Lo conocí una tarde, en la década de los 80 en Abejorral, cuando fue a predicar en una Semana Santa. Estaba con una ruana blanca y una sonrisa transparente.
Me habló de la pasión por la misión universal, su pasión, por el deseo de que el Evangelio llegara a remotos continentes para alumbrar las sombras de la paganidad y desde ahí él se convirtió en mi orientador vocacional por parte del Instituto de Misiones Extranjeras de Yarumal.
Desde pequeño crecí escuchando su música y sus canciones: Por seguir a un profeta, Una vez me dijo el Señor, Corazón misionero, Hermanos, qué bueno es, entre tantas otras.
Conversábamos constantemente de todo un poco: de los remiendos en la colcha de retazos, de los proyectos del Reino, del Imey, de los laicos en la misión, de nuestros proyectos de vida.
Seguí frecuentemente sus columnas en El Colombiano, desde Tejas arriba hasta las de Lunes hogareño (infortunadamente desaparecidas).
Siempre quise que él escribiera el prólogo de mi próximo libro: 'Laicos misioneros: luz y sal de la Tierra'.
La voz de Calixto llegaba a todos los rincones del mundo: escritos mediante la web, los libros, las revistas y los periódicos, la televisión, la radio o de una manera más personalizada: era invitado a orientar retiros espirituales y talleres de pastoral al clero, a las religiosas, obispos y laicos de muchas iglesias particulares.
En este año el Instituto de Misiones Extranjeras de Yarumal, en nombre de la Iglesia colombiana, se está encargando de enviar santos a la patria celestial.
Calixto, en el cielo Dios estará contigo. Nosotros te acompañamos desde aquí".
Jorge Hernán Jaramillo Guzmán
"Con la tristeza infinita que siento al enterarme de la muerte inverosímil y solitaria que sufrió el padre Gustavo, y ante la imposibilidad de poder acompañarlo en su misa de despedida, vienen a mi memoria las imágenes de su presencia alegre cuando nos encontrábamos en Medellín, de sus palabras cálidas en los momentos felices de reunión familiar todos los diciembres, así como de aquellas consoladoras y de aliento que nos dio durante los momentos difíciles, cuando nuestros seres queridos se fueron a la eternidad.
En la mucha falta que 'Calixto' nos hará, encuentro cierto consuelo al pensar que este ser humano pródigo y sabio ha sido recibido en brazos por el Gran Arquitecto del Universo, en el lugar al que realmente pertenece. Paz en su tumba".
Mauricio Vásquez S.
"Hace mucho tiempo conocí a Calixto. El destino nos llevó a trabajar juntos en muchas ocasiones. Para mí, era el más grande como confesor, consejero y amigo. Siempre estuvo ahí.
Ahora desde el cielo nos ayudará. Quiso el destino que me encontrara por fuera del país en el momento de su partida. Pero desde los Estados Unidos, sé que está con nosotros.
Gracias Calixto, gracias por todo. Pide por nosotros".
Carlos Fernando Villa Gómez
"Estando niño y hasta muy joven, para mí era una devoción y una gran satisfacción poder leer la columna del padre en el periódico El Colombiano, escrita sobre la liturgia del domingo.
Esto se convertía para mí en una verdadera homilía, infaltable cada ocho días. De este modo llegué a sentir a veces que cumplía mi deber dominical de ir a misa o por lo menos de conocer el Evangelio semanal".
Jaime A. Jaramillo Agudelo
"El padre Gustavo Vélez, "Calixto", celebró mi matrimonio el 26 de abril de 2009, fue una hermosa ceremonia realizada en español e italiano, ya que mi esposo es italiano.
Lamento el fallecimiento de este gran hombre, que en vida fuera el mejor amigo de mi padre, quien también falleció el 12 de febrero del presente año, y agradezco infinitamente todas las bendiciones que de él recibió mi familia en todo momento.
‘Calixto’ era el mejor amigo de mi padre, Jesús Jaramillo Posada, quien también falleció el 12 de febrero de 2009. En vida realizaban juntos un programa radial bajo los seudónimos Calixto y Zaqueo, su simpatía y lealtad siempre estuvo presente durante muchos años de amistad y aún después de su muerte, celebrando en compañía de otros sacerdotes la ceremonia, tras el fallecimiento de mi padre.
Sus palabras de apoyo y su presencia continua durante la penosa enfermedad que terminó con la vida de mi padre, siempre serán motivo de gratitud. Aún recuerdo las palabras que él me dijo el día antes de su muerte: 'Calixto es un verdadero amigo' ".
Gloria Patricia Jaramillo
Lectores enviaron mensajes de ánimo para el padre Calixto
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